El primer paso para mejorar la salud y el bienestar puede ser abrir una puerta
Cynthia ha sido la cuidadora de Charlie durante más de cinco años, fomentando una sólida relación. Sin embargo, un cambio repentino en el estado mental de Charlie puso a prueba su relación.
Cynthia observó un cambio drástico en el humor de Charlie. Se encerraba en sí mismo, un patrón que persistió durante meses. Su madre le llevaba la comida a casa y Charlie comía solo.
En su papel de gestora de cuidados, Cynthia siguió visitando la casa de Charlie a pesar de las dificultades. Cynthia intentaba hablar con Charlie a través de su puerta en cada visita, pero Charlie solo escuchaba y no respondía.
Durante una visita concreta, Charlie abrió la puerta a Cynthia y le permitió entrar en su espacio personal. Entablaron una conversación significativa sobre sus necesidades sanitarias. Reconoció que no había ido al médico desde que se retiró.
Charlie accedió a que Cynthia le organizara un servicio de transporte para acudir a una cita médica con la condición de que ella le acompañara.
Sabiendo que estaba haciendo progresos, Cynthia habló largo y tendido con Charlie y su familia sobre las opciones de servicio y las condiciones de vida: lo bien que se lo podría pasar viviendo en una casa de grupo y haciendo amigos. Tras considerarlo, Charlie dio su consentimiento a Cynthia para que le buscara una vivienda.
Cynthia dio con la solución adecuada. Charlie empezó a realizar actividades que había evitado durante mucho tiempo, como conversaciones cara a cara y visitas al médico. Ahora, está pensando en una nueva residencia para satisfacer sus necesidades.
"Nos queda mucho camino por recorrer, pero después de todos estos meses aislado en su habitación, este es un pequeño paso hacia lo positivo", reflexionó Cynthia.
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